La cuarta entrega de las aventuras del vampiro Ramiro que
pertenece al universo “mojono” y que en esta ocasión ha de encontrar los cuatro
papiros que contienen el hechizo que abre la pirámide de la momia Ramón. Para
ello tendremos que encontrar a las cuatro momias, encontrar los objetos que nos
piden y nos abran las criptas que las contienen y superar las pruebas de habilidad
que nos proponen.
Un tarro de crema, unas bragas monárquicas, una flauta de un
agujero y un socorrido rollo de papel de doble capa, suave, suave.
Una aventura corta, divertida y directa llena de humor
absurdo y algo chavacano. Buenos gráficos, un control adictivo y desafiante y
un diseño de niveles de gran caliad que peca de ser excesivamente corto. Aunque
como todo juego de estos desarrolladores su idea es ofrecer algo fresco y
divertido sin complicar excesivamente tanto mecánicas como la jugabilidad.
Dejando de lado la ida de olla de las premisas de los juegos
de “mellizos mojon”, garantizan obras de buena factura técnica, y Ramiro 4 no
es la excepción. Aprovechando la paleta del Amstrad CPC y con una buena zona de
juego, todo se mueve a las mil maravillas. Cierto es que todo está medido para
que no haya complejidad técnica pero donde no llega el motor “mojono” llamado ofensivamente
Pestecera, por que son espectruñeros de corazón, llega el diseño de niveles que
hace que cada escenario que compone el juego sea divertido y nos sumerja en el
mundo de este simpático mundillo de Ramiro y la momia Ramón.
Videoaventura de plataformas cuya mecánica de juego gira
entorno al esquive y a la capacidad del personaje de planear. Tendremos que
explorar la pirámide buscando comicas exigencias para acceder a las zonas donde
están las ansiadas cuatro partes del papiro.
Todo funciona muy bien
y sorprende que la sencillez del planteamiento gire entorno asi mismo
para darnos un rato de diversión. Incluyendo zonas finales de dos tipos, unas
donde deberemos esquivar durante un tiempo a unos enemigos mientras caen
monedas con las que podremos recuperar energía y otras en las que tendremos que
esquivar bloques que caen del techo junto a un enemigo que nos quitará energía,
obligándonos a escalar estos bloques para poder escapar de la cripta.
A parte queda las curiosas peticiones y el humor que todo
destila, incluso el final que es el remate de un chiste malo pero divertido.
El conjunto como siempre supera las expectativas, pero es
tan excesivamente corto que nos deja con ganas de más chorradas y diversión. Tendremos
que esperar a que los Mojon Twins realicen más aventuras de este simpático
vampiro o volver a disfrutar de las anteriores aventuras..
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